¿Qué es un estoma u ostomia?
Es la derivación de una porción del tubo digestivo hacia la superficie de la pared abdominal. Este segmento intestinal, denominado estoma, se fija a la piel mediante un procedimiento quirúrgico. A través del estoma, se evacuan los desechos del organismo.
Entre las enfermedades o condiciones clínicas que requieren un estoma, se encuentran patologías como el cáncer que afecta alguna parte del tubo digestivo, obstrucciones intestinales, trauma abdominal, enfermedad inflamatoria intestinal, paraplejía, sepsis intestinal (gangrena de Fournier, fascitis necrotizante), entre muchas otras.
El nombre correcto de las ostomías dependerá del segmento intestinal en el que se realicen. Por ejemplo, si se realiza a nivel del íleo terminal, se denominarán ileostomías; si se realiza en el intestino grueso o colon, se denominarán colostomías. Un cuidado inadecuado de los estomas puede generar complicaciones que afectan frecuentemente el estado nutricional del paciente. La frecuencia de estas complicaciones dependerá del segmento intestinal seccionado, ya que pueden generar alteraciones en la absorción de nutrientes, manifestándose a menudo en diarrea y deshidratación.
Para un adecuado manejo de los estomas se requiere de un grupo multidisciplinario de especialistas, el cual otorgará a los pacientes y familiares medidas educacionales y terapéuticas para mantener un estoma funcional y sin complicaciones; así como vigilancia continua; que ofrecerá un soporte de vida confortable al portador de la ostomía. Estas medidas son importantes ya que el paciente debe de conocer el gasto y características esperadas de éste, para facilitar la identificación de las señales de alarma.
El manejo inadecuado de estos dispositivos, aunado a una deficiente información y capacitación sobre los cuidados, condiciona la presencia de complicaciones. Las más frecuentes son las lesiones cutáneas, que pueden variar entre un 6% y un 46%, siendo más comunes en las ileostomías debido al carácter líquido y frecuente de las deposiciones. Estas complicaciones son difíciles de manejar, ya que la humedad, el contenido intestinal y las alteraciones del pH dañan la estructura de la piel, generando lesiones complejas que requieren tratamientos específicos.
Entre las principales causas de formación de lesiones cutáneas se encuentran: el gasto excesivo del estoma, una mala técnica para la colocación de la bolsa reservorio, un corte inadecuado de la boca de la bolsa, el uso de bolsas de mala calidad que no se adhieren a la piel por más de 48 horas, y la ubicación del estoma en un pliegue cutáneo, entre muchas otras. La gravedad de las lesiones puede variar desde una simple dermatitis hasta necrosis cutánea y ulceración. Es imprescindible recibir un tratamiento adecuado y especializado para evitar complicaciones crónicas. Ante el primer signo de alteración cutánea, se recomienda acudir a un médico para un manejo individualizado.